“No hemos dejado nunca de trabajar por el reconocimiento de la Gallina Extremeña Azul como raza”

“No hemos dejado nunca de trabajar por el reconocimiento de la Gallina Extremeña Azul como raza”

Entrevistamos a Francisco Cerrato y Rosa María Sierra Valdivia, matrimonio de la localidad extremeña La Coronada, defensores y criadores de la raza autóctona en peligro de extinción la Gallina Extremeña Azul. 

Quedamos con Francisco y su mujer, Rosi, un mediodía caluroso de agosto en la gasolinera de la entrada del pueblo de La Coronada, en la provincia de Badajoz. Él nos guiará con su coche hasta el lugar donde se encuentran sus gallinas extremeñas azules. Nada más saludarle, ya sabemos que estamos frente a un criador y apasionado de las gallinas. Del retrovisor cuelgan seis anillas, cada una de un color diferente y que corresponde a un año en concreto. Son los seis colores diferentes que se usan en ACGEXA (Asociación de Criadores de Gallinas de Raza Extremeña Azul) para la identificación de los ejemplares de la raza. Al llegar a la cuadra y patio donde crían sus gallinas, descubrimos que Francisco no es el único de su familia que siente pasión por la Gallina Extremeña Azul y se dedica a su cría y conservación. Su mujer, Rosi, nos cuenta con una pasión desbordante toda la historia y el vínculo que nació en su casa con estas gallinas en peligro de extinción y la asociación de criadores que trabaja por su conservación, protección reconocimiento y mejora. 

En la vida de Francisco, de 54 años, siempre tuvieron un lugar las ovejas merinas. Dedicó toda su vida al ganado y al campo. En su casa siempre hubo gallinas, pero él es el primero de la familia que se decanta por la Extremeña Azul. Desde el año 2000, comenzó a querer saber más de la cría de las gallinas y desde entonces, son su pasión. La Gallina Extremeña Azul es la raza principal en esta casa que también tiene espacio para otras razas, ya que a este matrimonio les encantan las aves. Cada corral, por razas: en cada uno encontramos tres gallinas y un gallo. Nos enseña sus libretas a mano, que ya nos dicen todos los viajes y horas que dedica a anotar, observar y cuidar. Francisco recoge los pesos de los huevos y las identificaciones de todos los ejemplares en sus libretas de campo. Como Gregorio Sabido, otro criador de la Asociación, comenzó formando parte de la Asociación de El Corral, primera Asociación en defensa de esta raza de la que ellos formaban parte antes de la constitución de ACGEXA. De la Gallina Extremeña Azul siempre le gustó y le llamó la atención su rusticidad. Pasó tantas horas en el campo con los animales, que veía que esta raza era una de las más duras y adaptadas al medio de su tierra. ¿Cómo comienza esta raza? queremos saber, y Francisco nos explica que los ejemplares estaban en tres fincas, en una de las cuales él trabajaba con el ganado. De estos tres lugares, se seleccionaron los animales con los rasgos que definen a la raza Gallina Extremeña Azul y aquí comenzó el trabajo de selección y conservación de la raza. Ellos no titubean: es un animal fuerte, rústico, durísimo, con una carne y unos huevos exquisitos. 

Francisco sonríe y afirma: “La extremeña azul es la gallina de los pastores”. Y como ninguno de los dos quieren que esta raza caiga en el olvido, dan huevos y ejemplares de la raza para que nunca se pierda. Duda cuando le digo qué es lo que más le gusta de la Gallina Extremeña Azul, pero se decanta, hablando de morfología, por sus colores: ese negro tan único que brilla cuando le da el sol junto al blanco sucio y al crema de estas gallinas fuertes y buenas. 

Con dos corrales diferentes, en uno las madres con los hijos, y en el otro las hijas con los padres, Francisco y Rosi hacen su propia recría de la raza. 

Tienen muchísimo cuidado con la consanguinidad, y prestan muchísima atención a aquellos ejemplares que más les gustan para su casa. Francisco es un autodidacta por excelencia, cada noche dedica un ratito a leer y aprender más sobre las gallinas y todo lo que puede afectar a la cría y manejo, desde nutrición a patologías. Todo lo que considera interesante lo envía a un grupo de whatsapp que tienen un común varios criadores de la Asociación. En él comparten noticias, imágenes de sus gallinas, historias, pero también dudas y problemas, y se intentan ayudar siempre los unos a los otros. Francisco también me cuenta acerca de creencias antiguas, como la que dice que si pones la incubadora con la luna creciente, serán todas hembras las que rompan la cáscara. O aquella que decían los antiguos: los huevos redonditos albergan hembras, los más alargados, machos. Francisco no ha comprobado estas historias, pero según su experiencia, en general, en la incubadora salen más machos que hembras. Y después de romper el cascarón viene la selección. 

En la finca donde trabajaba y comenzó su afición por estas gallinas, empezó a hacer trueques y cambios de ejemplares para definir su patrón de la raza. “Cada persona lleva su patrón”. A él le gusta, por ejemplo, ejemplares que tengan la pata verde, con una forma determinada de cabeza, con crestas pequeñas y no caídas, y con gallinas de un tamaño medio y similar al de los gallos. Cuando selecciona, no olvida la puesta de huevos, su producción y morfología. Cree que las gallinas más pequeñas ponen más huevos que las más grandes, y se ríe acordándose de lo que decía antiguamente la gente del campo: “Comen menos y ponen más”. Pero él no juega con eso, nos dice, él siempre va y trabaja por conseguir los animales que le gustan. Disfrutan mucho yendo a concursos morfológicos, nos cuentan mientras nos enseñan premios y diplomas que tienen en casa. Rosi también se dedica a la selección y cría, ella también es criadora y cotitular. Aunque ella no figura como socia de la Asociación, siempre está presente en los eventos, concursos y reuniones, y se encarga también de toda la gestión y el papeleo que conlleva la cría de gallinas. Siente un amor tremendo por los animales, creció y siempre ha vivido cerca de ellos. De pequeña ya veía gallinas extremeñas azules, en casa de sus padres y abuelos criaban gallinas muy parecidas a la raza que conocemos hoy. Aunque no es socia oficial, como ella nos cuenta, es la única mujer en este grupo de criadores que no tiene reparo ninguno en salir en medios como televisión y radio poniendo en valor y defendiendo esta raza autóctona en peligro de extinción. También, a menudo, hace actividades formativas para difundir y dar a conocer a la Gallina Extremeña Azul en colegios e institutos. “Nos ha costado mucho trabajo conseguir que la Gallina Extremeña Azul figure en el Catálogo de Gallinas del país, hasta 2019 no se hizo realidad, han sido muchos años de lucha”. Mientras nos enseña la gama de los colores que presentan los huevos de esta raza (contemplan una gama muy diversa de colores, pero el blanco no está aceptado), nos confiesa que a ella le encanta el color ceniza de la gallina, una característica que no es habitual en otra gallina, y que para ella es un color de su tierra. Con una aptitud maternal muy buena, se adapta muy bien a los cambios de temperatura y al medio. En estos tiempos en los que asistimos cómo tanta gente de ciudad se plantea una nueva vida en el campo y en el pueblo, Rosi cree que esta raza es ideal para aquellas personas que quieren tener gallinas en casa y producción de huevos para consumo propio. 

Les preguntamos por el presente y el futuro de esta raza. Ellos apuestan por ella, sin duda, y les encantaría ver más apoyo de la administración y de la sociedad, para que la raza siga adelante. Sería maravilloso, dicen, ver cómo se expande la Gallina Extremeña Azul por el resto del país. Para ello, necesitamos respaldo y ayuda. Así podrían hacer más concursos, más jornadas, más ferias ganaderas. Nunca quieren parar de aprender: sobre morfología, puesta, incubación, manejo, mejora, selección, sanidad, calificación, patologías… Y saben que hay que poner muchísimo esfuerzo y ganas para que no se pierda este patrimonio genético tan singular y único, por eso creen fundamental que se incentive la cría de esta raza y conseguir de una vez por todas que esta gallina deje de ser una raza en peligro de extinción. 

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